“Así que no nos cansemos de hacer el bien. A su debido tiempo, cosecharemos numerosas bendiciones si no nos damos por vencidos”.
Gálatas 6:9 NTV.
Muchos solemos orar, pedir al universo o implorar algo, solo cuando hay una necesidad extrema. Pero, y si en vez de hacerlo solo cuando necesitamos, ¿lo volvemos un hábito?
La respuesta te la daré por una experiencia propia. Y aunque tengo muchas cosas por escribir, empezaré por esto.
De hace un tiempo para acá suelo orar y agradecer por todo. Oró mucho por mi familia, a veces por amigos y por supuesto, por mi.
Lo lindo de todo esto, es que cuando se dan los resultados, muchas veces están allí a simple vista y no los vemos, porque estamos deseando otra cosa o esperemos el premio mayor de una vez.
Orar, pedir, proyectar, cosas buenas para ti y los demás, es algo único. Cuándo empezamos a notar esas pequeñas cosas que van pasando, es el momento que decimos “waoo”. Y decir wao debe ir acompañado de un gracias. Porque no es solo pedir, es pedir y agradecer.
Y cuando somos agradecidos, nuestra actitud cambia, nuestra energía cambia. Si hay algo claro para mí, es que todo se mueve a base de energías. No puedes tener y tampoco atraer buena energía, si tú andas como dicen por allí, en “mala vibra”.
Aunque parezca mentira, a veces lo que nos pasa, lo que vemos cómo malo, al final del camino, a parte del aprendizaje que nos deja, eso “malo”, nos lleva a algo mejor.
Solemos oír: “el que obra bien, le va bien”. A veces no vemos el “bien” a simple vista. Pero suele pasar, que apresurados por llegar al destino, dejamos de ver el paisaje. Y recuerda: “No todos los que vagan están perdidos” J.R.R. Tolkien.
2024, 11 de Agosto.
Somos energía💫 un abrazo mi negro!
Hay que vibrar bonito.
Eres un ser de luz. Gracias por compartirnos tu luz a través de tus hermosas experiencias🌸🌸
Gracias a usted por todas sus enseñanzas.
Gracias por tus palabras hijo, agradezco tu existencia 😌
Te amo madre.