Solemos escuchar muchas veces la frase “no podemos comparar peras con manzanas». Hoy hablaremos de manzanas y limones.
Las manzanas las conocemos verdes o rojas generalmente. Hay unas que son dulces y muy sabrosas, estas suelen ser las rojas. En cambio las verdes son más ácidas.
Cuando hablamos de los limones, varían entre verdes o amarillos. El caso es que son ácidos, solo cambia qué tan fuerte es su acidez. Son tan buenos los limones que nos pueden servir hasta para limpiar.
Las manzanas dependiendo de lo que queramos lograr, podemos usarlas en una ensalada, en un dulce o simplemente comerla sola. Con el limón pasa lo mismo, solo que no solemos comerlo solo, aunque a muchos les gusta el limón con sal (nadie habló de tequila).
Muchos podemos ser manzanas o podemos ser limones. Hasta ambos, dependiendo de la situación. Lo cierto es que todos tenemos cualidades, sabores y diferencias.
No tenemos que entrar en una comparación eterna con las manzanas o los limones.
Que alguien haga las cosas de una manera, no quiere decir que si nosotros no podemos hacerlo de esa forma, no sirvamos para una determinada situación.
Con la manzana podemos darle gusto a una ensalada, con el limón también podemos hacerlo. Solo busquemos la forma que mejor se adapte para que quede en el punto que queremos.
No te compares con otros porqué algo no te salió como a los demás. Y en ese caso, junta limón, sal y tequila y pasa el mal rato. Lo que corresponde es encontrar tu manera de hacer las cosas y alcanzar tus propósitos.
“Vacía tu bolsillo en tu mente que tu mente llenará tu bolsillo”.
Benjamin Franklin.
Mariano Olivares
2024,