Mi padre siempre me decía la palabra “disciplina”. Eso era a cada rato, disciplina para arriba, disciplina para abajo. Y yo, como todo niño medio rebelde, no amaba mucho eso de la disciplina.

El gran detalle está en que ella representa la base de nuestras vidas. Aunque también podríamos decir que la base de nuestras vidas es el amor. ¿No creen?

Los hábitos que creamos para nuestro día a día, los creamos a través de repetir las mismas acciones, una y otra vez. Esta misma génesis puede ser peligrosa, porque podemos crear tanto hábitos buenos, como malos.

Pero para crear hábitos buenos, ¿a quien necesitamos? Sí, a la Sra. Disciplina.

Sin esta señora, nuestro cerebro siempre buscará los caminos más fáciles en situaciones dónde nos toque usar nuestra fuerza de voluntad. Por ejemplo, elegir entre ir a entrenar o seguir durmiendo.

Los días están llenos de situaciones dónde muchas veces necesitamos de nuestra fuerza de voluntad. Y muchas veces, la señora voluntad nos abandona. Pero eso podemos contrarrestarlo a través de la disciplina.

Hoy no sabía si iba a escribir, pero la Sra Disciplina permitió que te regalará estas palabras para tu domingo.

Y recuerda, “sin disciplina no hay paraiso”. La frase que nunca dijo nadie.

Este escrito se lo dedico a mi gran mentor, mi padre. Gracias por insistir con la disciplina. Antes no lo entendía, ahora sé que lo es todo.

Mariano Olivares
2024, 11 de febrero.

Pd: Hoy es domingo, posiblemente no tienes nada que hacer, lee los que te faltan.

2 respuestas

  1. Que buen diseño estoooo. me encantan los colores que elegiste.
    y Amo esta sección para comentarios.

    sin duda han mejorado tus escritos.

    yo añadiría que sin la disciplina sabes de quien eres esclavo…. de las emociones. Fuerte verdad? espero se entienda.

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